martes, 3 de marzo de 2015

Hijos de la moral




 AUTOR: Arq. Mgs. Diego Hidalgo Burneo

A través de su filosofía de la compensación, Odo Marquard (2001), pensador alemán contemporáneo, indicaba que el hombre, como ser inacabado o incompleto, también en su cultura, no es un ser ilimitadamente innovador, sino un ser de continuidades. Es de­cir, la finitud de la vida del hombre le evita convertirse en premisa de sí mis­mo; sus actividades difícilmente podrán estar basadas en una negación –del pa­sado-, y más bien responden a situacio­nes preexistentes. El hombre no soporta una ruptura ni con la realidad presen­te, menos con la de su pasado reciente, pues lo nuevo no es posible sin lo vie­jo: el porvenir reclama del provenir.

Efectivamente, cómo concebir a la especie humana, al menos por ahora, reinventándose permanente e ininterrumpidamente. Estamos ‘condenados’ a heredar. Heredar  proviene del latín hereditāre que quiere decir, entre otras acepciones, «Recibir algo propio de una situación anterior» [subrayado añadido] (DRAE, 2001).  

 Sin embargo, la acción de heredar (vivir la herencia), sin importar del tipo que fuere, no afecta en sí misma sino que aparecen situaciones de conflicto cuando se da irreflexivamente. Cuando es así, dada de manera burda y grosera, normalmente se producen dos tendencias bipolares:

-        En un polo, se encuentra la ansiosa refutación de ese pasado -se pone en escena la predisposición de contradecirlo o negarlo Consecuentemente, los rasgos hereditarios aparecen huérfanos de sentido; y,
-        En el otro polo, se muestra la reproducción casi textual del mismo (del pasado). 

Aparte, otra generalidad se apropia del quehacer contemporáneo, en especial de la arquitectura y del urbanismo:

-        En la línea ecuatorial, por seguir con la analogía y además para contextualizarlo en nuestro medio, surgen los herederos de varias madres[1]. Nuestras expresiones urbano-arquitectónicas son en su mayoría, por decirlo de otra forma, hijas de la moral: de esas prácticas de turno dadas en catálogos con formas en cliché.

A propósito de moral, valdría recordar a Hari Seldon, personaje ficticio de Isaac Asimov, y decir: «nunca permitas que el sentido de la moral te impida hacer lo que es está bien» (Asimov, 2012, p. 77).

Ministerio de Información, Comunicación y Artes (MICA) en Singapur. Recuperado de www.vk.com (Ardezart™)


BIBLIOGRAFÍA
  • Asimov, I. (2012). Fundación. Madrid: LA FACTORÍA DE IDEAS
  • Galeano, E. (1999). Patas arriba: la escuela del mundo al revés. Buenos Aires: CATÁLOGOS.
  • Hidalgo Burneo, D. (2009). Las teorías de la arquitectura contemporánea en América Latina. Tesis previa a la obtención del título de arquitecto (sin publicar). Universidad de Cuenca.
  • Marquard, O. (2001). Filosofía de la compensación. Madrid: PAIDÓS IBÉRICA.
  • Real Academia Española. (2001). Heredar en Diccionario de la lengua española. Recuperado el 21 de enero de 2015 de http://lema.rae.es/drae/?val=heredar.


[1] En referencia a aquello que escribía Galeano acerca de que “En las Américas, la cultura real es hija de varias madres.” (Galeano, 1999, p. 36).

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